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Mónica Indo Sánchez

miércoles, 19 de agosto de 2009

Sentido Colectivo


La pasada semana nuestro colegio hermano, San Felipe, sufrió la pérdida de uno de sus integrantes, el muy querido Boris, un hombre jóven que luego de una estoica lucha contra una leucemia, descansó en paz. Muchos vivenciamos su testimonio de fe y de bondad, que ni el dolor ni la dificultad de los exámenes y drogas molestas, debilitaba.


Asistir al velorio y su misa fúnebre, fue tan bello. Si bien el dolor siempre duele, qué bonito es vivirlo en comunidad. Alumnos, apoderados, profesores, directivos, compartíamos su afecto y como en una contención invisible, nos sosteníamos unos a otros. Qué alegría fue encontrarse con algunos alumnos y profesores del San Nicolás que lo conocieron y que con su presencia representaban a nuestra comunidad. Qué alegría fue sentir el abrazo generoso de algunos que en un silencio amoroso, me contuvieron también. Gracias por ello.


Cuando hay grandes alegrías y grandes dolores, parece que nos vemos más. Tomamos conciencia los unos de los otros y de la historia compartida. Estimados todos, ojalá nunca nos toque vivir lo que al San Felipe. Ojalá mucha dicha forje nuestra unión y cariño. Ojalá no necesitemos mas que la compañía cotidiana para valorarnos los unos a los otros, con nuestras pequeñeces y grandezas. Ojalá nuestra comunidad crezca en el amor y el conocimiento mutuo. Por mi parte, debo dar testimonio que ese día, en medio del dolor de la pérdida, supe que mi corazón está en el San Nicolás, que pertenezco aquí en cuerpo y alma, porque la alegría de verlos allí me lo demostró. Gracias Boris por ese regalo final.


martes, 4 de agosto de 2009


Había una vez una cafetera…
El regreso.


Luego de una larga gira intraescolar, esta semana ha regresado a su lugar de origen la cafetera. Luego de una calurosa bienvenida de un grupo de adeptos, pudimos entrevistarla para recoger su experiencia e impresiones luego de su regreso:

¿Qué siente en estos momentos?
Me siento emocionada, creo que he encontrado al fin mi destino definitivo.

¿Por qué este lugar y no otro?
Es en este sitio donde me siento más valorada, además creo que es donde más puedo contribuir, siento que mi labor tiene más sentido.

¿Porqué?
Porque puedo ayudar a subir el ánimo, a hacer más cálidas las frías mañanas y así contribuir a que los profesores se sientan mejor y con ello colaborar a que puedan enfrentar su importante labor de mejor manera.

¿Y qué puede ofrecer usted que no ofrecía el termo naranjo?
Ofrezco servicio continuado, agua caliente y por mi sistema, no son relevantes las cucharas, por lo que si no están no importa, se terminará el echar al ojo y a pulso azúcar. Además soy harto más bonita ¿no cree usted?

Claro… ¿Quisiera usted pedir algo?
Sí, aprovecho de pedir que por favor siempre sirvan el café y el azúcar antes del agua, de lo contrario sufro problemas de salud y corro el riesgo de descomponerme, el vapor de agua constipa mis dispensadores.
En caso que eso u otra cosa de esa índole me sucediera, les pido avisen a administración, quienes velarán por que pueda recobrar mi salud.

¿Alguna recomendación?
Por supuesto. Quisiera recomendar, especialmente a mis más fieles adeptos, que se cuiden de gastritis y otras consecuencias posibles por usos demasiado frecuentes de mí. Esto cobra especial importancia en momentos de mucho trabajo, como suelen ser los finales de semestre. Puedo ser de gran ayuda, pero en exceso puedo causar problemas muy molestos.
Algunas palabras finales?
Gracias por la bienvenida, vengo a servir y a ayudar, espero cumplir con sus expectativas.

Gracias por darse el tiempo para conversar con nosotros, le haremos saber lo que sus adeptos piensan de su regreso y una vez más BIENVENIDA.